Se trata de un palacio medieval situado en el pueblo de Olza, Navarra. Es un palacio sin uso en la actualidad. Consta de un cuerpo principal y dos torres a los lados.
El estado de conservación del inmueble no era malo, pero precisaba labores de consolidación para evitar que el deterioro por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento hiciese más daño. Se había actuado con anterioridad en las torres y la cubierta, mientras que el cuerpo central había ido perdiendo gran parte del mortero de sus juntas, favoreciendo la entrada a agua y el crecimiento de vegetación. Se propuso en esta intervención el rejuntado del cuerpo central.
La intervención es respetuosa con el edificio y va encaminada a su puesta en valor. Se mantiene el tono del rejuntado existente en el cuerpo principal. El rejuntado se realiza con mortero de cal hidráulica.

















